Ahora sí que no hay vuelta atrás y se puede guardar las prendas de manga larga con el calor que hace. Acabo de terminar dos vestidos para mi niña para este verano y han quedado muy bonitos!
Me gusta mucho este corte de vestido que vi el otro día en Polarn O. Pyret (una marca sueca de ropa para bebés y niños muy muy recomendable por su alta calidad y diseños bonitos y al mismo tiempo super cómodos) y bueno, en vez de comprar los vestidos me hacía ilusión hacerme yo algo similar. Las fotos de los vestidos de arriba son de Polarn O. Pyret y Thief & Bandit Kids.
El primero es en punto de algodón con un poco de elastán y en rayas de azul marino. Es un corte muy simple pero me gusta mucho cómo queda la combinación de rayas al cambiar la dirección en la parte de la falda. Además al estar al bies queda tan mono con sus rayas en diagonal. El cuello y las sisas están terminados con el bies de la misma tela y atrás tiene una pequeña abertura que se cierra con un botón. El patrón está basado en una camiseta y está modificado para la parte de la falda.
No tengo la máquina recubridora pero el resultado queda bien también con una máquina doméstica porque al usar la doble aguja se queda igual de profesional, lo único que se tarda más al tener que hacer el proceso digamos dos veces. En este dibujo de la revista Ottobre Design se puede ver la técnica: primero se aplica el bies al lado derecho con la puntada normal y luego se le da la vuelta y se vuelve a coser encíma en el derecho con la doble aguja. Si sobra bies en el revés se recorta. Al hacer eso detrás se forma como un zigzag y por eso la puntada tiene la elasticidad que hace falta para telas de punto. Es importante usar también en las agujas dobles la especialidad para telas de punto (ballpoint/strech) si no, se saltan las puntadas.
Otra cosa al usar el bies es que hay que cortarlo un poquito más corto que la área donde va a ir para que quede bien y no demasiado "suelto". La norma general es que sea 85% del largo donde va pero a veces depende de la elasticidad que tiene la tela.
Otra versión es en punto de algodón naranja con lunares y tiene un poco menos de vuelo que el vestido de rayas. El resto es todo igual. La nena ya ha estrenado los dos vestidos y le quedan genial, los hice un poquito más grandes para que haya espacio para llevarlos durante más tiempo. Por eso también prefiero los modelos sin manga porque de esa manera es más fácil luego en el otoño poner alguna cosa de manga larga abajo y seguir disfrutando del vestido.
La verdad es que lo primero y lo más importante para mí a la hora de hacer y comprar ropa de bebé/niño es que sea cómodo. Tanto para ellos que para mí porque no voy a contar cuentos...no tengo mucho tiempo para planchar y lo mejor es que con las prendas de punto los sacas del tendedero y están listos para poner. Porque aunque hay tantos vestidos y otras prendas de telas muy bonitas que le podría hacer yo ya sé que una vez lavados, van a esperar la plancha y mientras tanto no se aprovechan todo lo que se podría...
Además, el día a día de un niño pequeño es como tener la clase de educación física todo el rato y qué más cómodo que ropa que no "molesta" a la hora de descubrir, correr, saltar, trepar y todo lo que se puede ocurrir en esas cabezas pequeñas. Los vestidos también los hice hasta la rodilla para que no se queden en el medio de toda esta acción diaria.
Así que ya se puso su nuevo vestido para un picnic en el Retiro...cómo no con su nuevo atlas mundial de la feria del libro de este año.
Son los dos primeros vestidos, pero me parece que va a haber más. También porque últimamente en esta casa hace falta un par de cambios de ropa al día: entre el parque, las comidas y los helados imprescindibles del verano...